En las tantas visitas que he hecho a los albergues, he notado que los niños viven en condiciones inadecuadas; es decir, la infraestructura existente no cumple todas las condiciones que permitan que el niño tenga una buena calidad de vida, trayendo como consecuencia que el niño no este viviendo en un bienestar adecuado que permita su desarrollo y formación adecuada.
Por razón por la cual es de necesidad inmediata acondicionar las mencionadas instalaciones existentes; para cuyo fin se procede primero con un inventario de las instalaciones existentes y después se levanta los planos respectivos y su respectivo proyecto que comprende fundamentalmente una memoria descriptiva, especificaciones técnicas de suministro e instalaciones, su metrado y presupuesto; en base al cual se ejecuta la obra correspondiente de remodelación y ampliación.
Una vez aprobado el proyecto y su financiamiento se da inicio a la mencionada remodelación, debiendo contar con un programa de trabajo donde se planifica la cantidad de recursos humanos y equipos que se requieren; los materiales y el plazo de éjecución previsto.
La ejecución e dicho proyecto debe contar con un jefe o residente de obra, profesional y especialista en la materia, y así mismo un supervisor contratado por la entidad propietaria de la obra de remodelación.
Mensualmente se mide el avance de la obra mediente las valorizaciones respectivas, todo dentro del plazo previsto.
Concluida la remodelación, el residente comunica tal evento debiendo la entidad nombrar la comisión de recepción de obra y una vez cumplida la recepción se efectuara la liquidación correspondiente de obra.
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